La dama de la bandera en morado
que hacia la libertad tiende camino
nuestro pueblo te clama, convencido
que seas tu quien guie sus hados.
En nuestros corazones la primera
que de heredades nos libra y perdona
tuvimos la segunda, como tu hasta ahora
envíanos hasta la tercera.
No son pocos los que hoy quieren
que con tu espiritu regreses aqui
y yo, aunque poco tiempo vivi,
mi cuerpo y alma asi lo sienten.
Miguel Diaz
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